Los familiares de los 44 tripulantes del submarino «San Juan», de la Marina de guerra argentina desaparecido hace un año en el Atlántico sur, esperan este sábado en medio de la conmoción conocer los detalles de su hallazgo.
Recluidos entre una base militar y un hotel en Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires), los familiares, muy afectados con la confirmación de la muerte de los marinos, esperan ver fotos del submarino que fueron tomadas por un robot del buque de búsqueda de la empresa estadounidense Ocean Infinity.
Hasta ahora, las autoridades se limitaron a informar con un mensaje de Twitter que el submarino fue ubicado el viernes a 800 metros de profundidad. Se desconoce si decidirán rescatar el aparato del fondo del mar.
El #MinisterioDeDefensa y la #ArmadaArgentina informan que en el día de la fecha, habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al #AraSanJuan
— Armada Argentina (@Armada_Arg) November 17, 2018
«Habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al #AraSanJuan», señaló el mensaje de la Marina de guerra, publicado en la madrugada del sábado.
«Estamos todos destruidos»
Antes de anunciar públicamente el hallazgo, las autoridades advirtieron a los familiares de los tripulantes que estos habían fallecido a bordo.
«Todavía tenía esperanzas de que pudieran estar vivos», dijo a la prensa Luis Niz, padre de uno de los marinos, visiblemente conmovido.
Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, de 28 años, indicó que se encuentra a la espera de más detalles.
«Estamos con los otros familiares, nos van a mostrar las fotos, dicen que los chicos están adentro (del submarino). Estamos todos destruidos acá», dijo.
«Ahora queremos saber qué pasó. Hubo fallas, seguro. La justicia tiene que investigar. Si hay culpables, que sean castigados. ¿Se imagina? Son 44 chicos, cuando se subieron a ese submarino estaban vivos», añadió.
Un pequeño grupo de familiares salió a la calle en la madrugada a protestar, mostrando las banderas argentinas sobre las cuales han escrito 44, en alusión a los tripulantes del San Juan.
En medio del llanto, los manifestantes reclamaron que, según ellos, se les había ocultado información a lo largo de este año de búsqueda.
La mayor parte de los familiares de los tripulantes, entre los que había una mujer, han permanecido desde hace un año en Mar del Plata a la espera de noticias.
Último contacto
El último contacto con el submarino ARA San Juan ocurrió el 15 de noviembre de 2017, cuando navegaba en el Golfo de San Jorge a 450 kilómetros de la costa. Había zarpado de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, de regreso a Mar del Plata.
Antes de perder contacto, el capitán de la nave había reportado la superación de una falla en el sistema de baterías, por el ingreso de agua por el snorkel.
La búsqueda del aparato comenzó 48 horas después de aquel último contacto. Colaboraron 13 países pero la mayoría se retiró antes del fin de 2017, sin resultados.
El buque de la estadounidense Ocean Infinity había zarpado el 7 de septiembre con cuatro familiares a bordo y estaba a punto de cesar la búsqueda cuando se produjo este hallazgo.
«El buque de Ocean Infinity decidió realizar una nueva búsqueda y gracias a dios ubicó la zona» donde se halla hundido el submarino, declaró el portavoz de la Armada Rodolfo Ramallo a la televisora TN.
«Ahora se abre un nuevo capítulo», añadió Ramallo, al señalar que una vez se sepa el estado en que se encuentra el submarino se decidirá cómo proceder.
«La próxima etapa será ver si se puede sacar o no. No es imposible, pero es una operación muy compleja y muy costosa. Parece que el submarino está casi entero», dijo un oficial de la Marina de guerra, bajo reserva de su nombre.
El jueves pasado, se organizó un acto en homenaje a los tripulantes del submarino San Juan en Mar del Plata, con motivo del aniversario de su desaparición, al que acudió el presidente Mauricio Macri y también varios familiares de los marinos.
Las tareas de búsqueda ya costaron 920 millones de pesos argentinos (25.5 millones de dólares). El gobierno argentino se comprometió con Ocean Infinity a recompensarla con siete millones de dólares si encontraba el submarino.
La tragedia motivó la destitución del jefe de la Armada, Marcelo Srur.
Botado en Alemania en 1983 e incorporado a la Armada argentina en 1985, el «ARA San Juan» era uno de los tres submarinos del país y su proceso de reparación de media vida había terminado en 2014.