El ayuno aumenta el riesgo de hipertensión y diabetes: expertos

Ayunar es para el cuerpo, lo mismo que dejar sin gasolina un automóvil. Nuestro cerebro es el centro de mando, y para desarrollar su trabajo requiere combustible ya que funciona con la glucosa (azúcar en la sangre) que se obtiene, principalmente, del primer alimento en el día.

Dejar de comer por más de seis horas cuando se está despierto, puede considerarse ayuno, y esto puede suceder en cualquier momento del día, aunque se identifica más con la omisión del desayuno.

Para realizar cualquier función o acción de nuestro organismo se requiere de energía, por lo que, abstenerse voluntariamente de ingerir alimentos ya sea por las prisas de llegar al trabajo o a la escuela, por querer perder peso, por temas religiosos o cualquier otra razón, impide que ésta pueda obtenerse.

Mujeres y hombres pueden tener gastritis, mareos, fatiga, falta de concentración, sobrepeso e incluso diabetes debido que han ayunado de manera constante por tiempo prolongado.

Al saltarse el desayuno, el cuerpo empieza a consumir la glucosa que el cerebro necesita y si esta práctica es constante puede haber daño neuronal irreversible.

Lo primero que ocurre es que disminuye la capacidad para concentrarse y memorizar, tanto en niños como en adultos.