Final de Libertadores se jugará con público visitante: Mauricio Macri

El presidente argentino Mauricio Macri anunció el viernes que la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate se jugará con hinchas visitantes, lo que contradice la política de seguridad seguida en estos casos.

Macri dijo en su cuenta de Twitter que le pidió a la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, que trabaje de forma conjunta con el gobierno capitalino -del mismo signo político- para que el público visitante pueda acudir a los duelos que se disputarán el 10 y 24 de noviembre en los estadios de La Bombonera de Boca y el Monumental de River, respectivamente.

»Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz», afirmó en su cuenta de Twitter el presidente, aficionado de Boca, el club que presidió durante más de diez años.

Macri indicó luego en diálogo con la radio La Red que la decisión de que haya visitantes en los dos encuentros de los grandes rivales del futbol argentino ya está acordada con funcionarios capitalinos. »Esta oportunidad histórica la tenemos que inmortalizar con un espectáculo completo y completo es que haya una hinchada visitante», afirmó.

Esta final inédita supone un desafío, dados los antecedentes de violencia que salpican al futbol local, vivido con pasión por los argentinos.

Las autoridades del área de seguridad de Buenos Aires se vieron sorprendidas por la decisión del presidente, ya que habían afirmado que no estaban dadas la »condiciones» de seguridad para ello.

Hace varios años que en el país sudamericano la mayoría de los encuentros de futbol se juegan sin público visitante para evitar incidentes violentos.

La final tendrá lugar además en la antesala de la cumbre de líderes del G-20, que se celebrará el 30 de noviembre y 1 de diciembre con los líderes más poderosos del mundo. La cita mantendrá ocupadas a las fuerzas de seguridad y supondrá todo un reto para las autoridades argentinas.

La disputa de la final está sujeta a un fallo de la unidad disciplinaria de la Conmebol ante un reclamo de Gremio contra el técnico de River Marcelo Gallardo por violar una suspensión que le prohibía ingresar al vestuario y dar indicaciones a su cuerpo técnico desde la tribuna durante la segunda semifinal jugada con el club brasileño.

Según Gremio, la presencia del estratega argentino en el vestuario durante el medio tiempo fue determinante para que sus dirigidos revirtieran el marcador y vencieran 2-1, por lo cual exigen jugar ellos la final. Es poco probable que el resultado se modifique, pero Gallardo se expone a una dura sanción.

Boca ha ganado seis finales continentales y de conquistar la séptima igualará al también argentino Independiente. River ha ganado tres, la más reciente en 2015 con Gallardo como técnico.